jueves, 29 de mayo de 2008
Y me verás derrengada,
desinflándome como un globo;
aunque pretenda ser fuerte,
me persiguen mis demonios.
desinflándome como un globo;
aunque pretenda ser fuerte,
me persiguen mis demonios.
Esta noche soy tan débil
que apenas puedo retarte,
y me dejo mecer en tu arrullo…
De nuevo -otra vez-, me ganaste.
que apenas puedo retarte,
y me dejo mecer en tu arrullo…
De nuevo -otra vez-, me ganaste.
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6 mordiscos a esta cereza:
¿y quien no tiene demonios? dáles un guiño, un abrazo y una sonrisa y los habrás seducido, para después dominarlos, y ganar cualquier batalla
hoy soy yo la que te deja palabras de buenas noches
;)
Hay ocasiones en que no deja de ser bueno dejarse ganar...
Mmmm, en esa situación lo importante no es ganar, sino participar ;-)
Un beso.
Todos convivimos con demonios interiores que, a veces, nos ganan la partida.
Un beso.
¡Hola, amigos!
Sí, es cierto que todos tenemos demonios interiores... y aquí los quise plasmar dejándome derrotar, encantada, por mi amante. Una dulce victoria ante la derrota que no es, ni mucho menos, derrota.
Un beso a todos y gracias por estar ahí.
B.
Que me diga alguien qué es ganar y qué es perder. He perdido toda una eternidad yerma de diccionarios después de leer tus versos.
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