martes, 27 de mayo de 2008

A sabiendas, un olvido





Me miraste y dijiste
que mis ojos eran de obsidiana.
Que mi cintura, tu cueva,
que mi corazón, tu casa,
que mis manos, tu tesoro,
que mi sexo, tu morada.
Me observabas y, complacido,
de tu amante perseguías el arrobo
con palabras encendidas,
con hechizos de piropos.
Que mi cadera, tu playa,
que mis dedos son tus lanzas,
que mis piernas, tus columnas,
que mi pelo, marejada.
Pero olvidaste mi boca,
traviesa guinda madura,
para ti nunca de acíbar,
y sí almibarado fruto,
y también fuente lasciva.

Lo hiciste a sabiendas, lo sé,
para que, enredado en mis versos
siga reclamando, de manera infinita,
el requiebro a mis labios
que no te habré de oir nunca…
y así, suplicártelo, noche a noche,
la más infame y dulce de las torturas.

7 mordiscos a esta cereza:

ybris dijo...

Y se me queda el ritmo y el sabor de comentarte con Alberti:
"Se equivocó la paloma,
se equivocaba,
se equivocaba"
Y al fondo la música de Guastavino.
O la versión de Serrat.

Es lo que tienen los poemas bonitos como éste.

Besos.

Anónimo dijo...

a mí también me recordó a Alberti :-)

Belén Peralta dijo...

Lo sé, lo sé... Me di cuenta cuando lo publiqué, pero ya me daba pena quitarlo. No ha sido mi intención, desde luego, imitar ni parecerme al maestro Alberti... ¡Ya me gustaría a mí llegar a la suela de sus zapatos! Eso sí, tengo el orgullo de presumir de tener una dedicatoria suya colgada en el salón de mi casa, de julio de 1991. A ver si le hago una foto y os la cuelgo aquí como una curiosidad.

Un beso y gracias por acompañarme, amigos.

B.

Doctor Krapp dijo...

A todos nos recuerda a Alberti sin ser Alberti, pero es puro Cádiz. No se si del barrio de la Viña o del Puerto de Sta María pero sí sé que es puro Cádiz. Me gusta mucho.

Doctor Krapp dijo...

Tranquila Guinda tiene la melodía de Alberti sin ser Alberti. Es como una variación musical o una melodía que juega con la improvisación a partir de un ritmo conocido. Algo que se ha hecho siempre, se seguirá haciendo y a mi me encanta hacer.

© José A. Socorro-Noray dijo...

Es cierto que recuerda al Mestro Alberti pero tiene un final absolutamente tuyo. Yo creo que es una gozada como todo lo que escribes. ¡Escribes como las grandes, perdón, eres grande!

Un beso.

Belén Peralta dijo...

Quiero daros las gracias, doctorcito y querido Noray por vuestros piropos.

Me gusta muchísimo que os parezca que sabe a Cádiz o que recuerde a versos del gran Alberti, mi paisano. No lo hice deliberadamente, pero si os gusta, me doy por más que satisfecha. Muchísimas gracias y un besito gaditano de buenas noches.

B.

PD: Noray, eres un amor. :-))

Template by:
Free Blog Templates