jueves, 14 de junio de 2007

Cuando me miras


Cuando me miras, me atrapas con tu mirada de deseo y me siento pequeña, pero grande a la vez. Pequeña porque por un momento quisiera sentirme tomada de la mano y dirigirme a un mundo de mariposas y flores, de ositos de peluche y algodones de azúcar rosa. Vivir en un mundo ajeno a preocupaciones, tan sólo pendiente de ti, de tu piel, de tu sabor, de tu torso fuerte y poderoso, de la seguridad que emanan tus brazos rodeándome, de tus piernas enroscándose en mí con dulzura, apretando flojito cuando más me necesitas.

Pero grande porque sé que soy tu sueño, aquella por la que despiertas sudoroso por la noche, después de haberme soñado encaramada a ti, apropiándome con mis labios de tu sexo duro y enhiesto, besando mil rincones, escrutando recovecos prohibidos que me saben a gloria, peinando con mi mejilla tu vello, percibiendo tu hombría en esa nuez que dibujo con mi dedo… Un dedo que mojo en mi sexo y que hago pasar por tus labios nunca ahítos de mí, siempre expectantes, siempre esperando…

Pequeña o grande, hazme sentir, hazme vivir, quiéreme, estrújame, siénteme, cabálgame, penétrame, lámeme, mójame, chúpame.

Pequeña o grande, haz que me sienta mujer.

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