lunes, 27 de agosto de 2007
Hermana de una de mis actrices favoritas -Terele Pávez- y de la también actriz Elisa Montes, se nos ha ido a los 76 años la gran Emma Penella. Grande por volumen, grande por, según las que la conocían, buena persona, y grande, desde mi modesto punto de vista, por ser excelente actriz, que además recogió, en 1997, la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes.
A mí siempre me había llamado la atención, desde que siendo muy pequeña empecé a amar el cine, aquella actriz que veía en películas españolas en blanco y negro, rellena, -"grande de huesos" como se dice eufemísticamente para designar a alguien sobrado de kilos-, y, sobre todo, con una voz bastante peculiar. Una voz cascada, muy característica, como ha ocurrido y sigue pasando con grandes actores -Pepe Isbert, José Luis López Vázquez, Fernando Fernán Gómez, María Galiana...-. Uno cierra los ojos, escucha esas voces, e inmediatamente las asocia con su actor correspondiente. Pues exactamente igual sucedía con la gran Emma.
De sonrisa franca y ojos grandes, Emma era, antes de engordar, una escultural mujer que demostró lo bien que sabía hacerlo en películas como Cómicos, La busca, y, sobre todo, en El verdugo, una de mis favoritas. Junto a los excelentes Pepe Isbert y Nino Manfredi, formaba un equipo brillante dentro de ese magnífico alegato en contra de la pena capital. No importa las veces que la haya visto, porque, al igual que me pasa con otras películas, no me canso. Y me encanta verla a ella, mientras plancha la ropa a su padre o sueña un futuro mejor junto a su marido y su niño, anhelando un piso nuevo y moderno.
Debo ser de los pocos españoles que jamás ha visto un capítulo de Aquí no hay quien viva -creo que ahora se llama Lo que se avecina-. Sé que Emma salía en ambas series y, si hay algo de lo que me arrepienta de no haberme enganchado a una de ellas, o a las dos, es de no haberla visto en acción, con lo que esta actriz me gusta.
Y hablo naturalmente en presente, porque, aún habiéndonos dejado, Emma y su recuerdo, junto a sus ojos oscuros, su cuerpo grande y su voz cascada, seguirá acompañándonos para siempre, afortunadamente. Descanse en paz.
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3 mordiscos a esta cereza:
Estas últimas series no me gustaban, aunque algún trozo he visto. Pero la recuerdo en películas y su trabajo era fantástico.
Un saludo, Guinda
Excelente actriz. Cuando la biología le aparto de los papeles de chica mona y modosita supo reciclarse en un todo terreno explosivo y atronador. Yo si la he visto en esa serie y su papel era fantástico como no podría ser de otra manera.
Valeria, te mando un saludo muy cariñoso y te doy las gracias por acercarte a mi blog.
El tuyo me fascina, con esa cuidadísima selección de textos y fotos... Muy bueno. Ya me permití incluir tu link en mi blog. Merece la pena, sin duda. Un beso, Valeria.
Doctor, gracias por acompañarme. Imagino que a una persona tan amante del cine como es usted le habrá dolido la desaparición de esta gran actriz. Cuántas estrellas de Hollywood quisieran llegarle a la altura de las suelas a intérpretes como Emma y como tantos otros que con mala fortuna son denominados "secundarios" y son tan grandes...
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