miércoles, 5 de septiembre de 2007
Están solos. La desesperanza puede con ellos. Durante muchos años perseguidos, teniendo que esconderse en armarios repletos de naftalina, estos homosexuales se asombran del mundo abierto y plagado de ventajas y reconocimiento social -en su gran mayoría, a pesar de las barreras, que todavía las hay- del que disfrutan chicos y chicas homosexuales, que han optado por no esconderse y asumir naturalmente su sexualidad.
Cuando digo que están solos me refiero a Juan, Fernando, Manuel y Gloria, los protagonistas del Documentos TV de hoy, que ha terminado hace un ratito. El tema giraba en torno a la homosexualidad entre los ancianos y gente mayor. Testimonios muy duros, sobre todo de soledad, como contrapunto a ese mundo de gays y lesbianas con una excelente posición económica y social. Viejitos con pensiones de 400 euros, con dos infartos al pecho (por no decir a la espalda) y poquitas ganas de vivir tras haber pasado incluso por la terrible experiencia de los electroshocks... Lesbianas luchadoras como Gloria que a sus años le desvela a su hermana que no es heterosexual, o como Susana, psicóloga argentina, que en el Madrid de la movida comenzó a descubrir garitos oscuros donde poder besar a las chicas, iniciándose así para ella un sendero lleno de luz y esperanza...
Entre ese mundo de tristeza y desesperanza, la sonrisa franca de Juan que, palabras propias, y a pesar de no cumplir ya los 65, "aún espera a su media naranja". Esa sonrisa me pareció una flor en medio de tanta soledad, una brizna de color entre tanto gris de represión padecida.
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8 mordiscos a esta cereza:
Hola Guinda,
Gracias a un amigo hace algunos días he hallado tu blog.Ahora,cada que puedo me doy una vueltita por aquí para leerte.
Con respecto al post de hoy...si para los heterosexuales nos es difícil encontrar alguien con quien compartir nuestra vida,imagino cuanto lo será para ellos....su sonrisa es tambien una esperanza para mí.
Un abrazo.
Mariela, encantadísima de conocerte y de que te pases por la que ya es tu casa. Me gustaría mucho que intervinieras cada vez que te apetezca.
Sí, tienes mucha razón. Si para los heterosexuales nos es bastante complicado, qué no será para ellos, sobre todo para estas personas ya ancianas.
Te mando un beso y una sonrisa. Sea también para ellos.
Belén.
Si te das cuenta, hasta la sexualidad obedece a un estereotipo. Todo chicos y chicas jóvenes y guapos, con una vida supuestamente ordenada, al menos de cara a la galería, con virtudes públicas y vicios privados. Siempre.
Sí, Javi, pero "vicios privados" como dices tú porque han tenido que esconderse y taparse la boca cuando el ejercer su derecho a elegir su sexualidad hubiera debido ser lo más normal del mundo. No vicios porque lo fueran, -ya que sólo son maneras de vivir su sexualidad-, pero sí privados porque tuvieron que serlo a la fuerza.
Siempre, Lunarito.
Clasismo puro y duro. Hay homosexuales y homosexuales.
Por un lado se nos vende glamour gay, estilo gay, gracia gay, restaurantes gay, barrios gay, tiendas gay, hoteles gay ...todo muy chic, muy estiloso, muy almodovariano y luego está la homosexualidad a pié de calle, la homosexualidad que duda de su condición, la homosexualidad reprimida, la homosexualidad del pobre, del viejo, de la mujer, del musulmán en países donde te ahorcan o te cuelgan de los testículos por ser homosexual...
Puro clasismo, nada más.
Procuro no perderme nunca este programa u otros parecidos, cuantas veces te abren los ojos ante verdades que son ignoradas y parecen ocultadas a esta sociedad de frufrus y lentejuelas. En este caso son ancianos homosexuales en otros vivencias, soledades y miserias y siempre, casi siempre, estos ancianos se explican mirándo a la cara y al final son capaces de sonreir. No puedo sustraerme a la creencia de que esta sociedad actual, que vive de tipos y estereotipos, cuando llegue a la ancianidad, no sabrá sonreir. Espero equivocarme.
Un abrazo Guinda.
Todos estos programas me producen una desolación inmensa.
No concibo cómo en el mundo puede haber personas condenadas simplemente por su condición.
Gracias, amigos, por vuestros comentarios.
Exactamente lo que dice el dr. es lo que yo quería plasmar aquí: por un lado el divertido y colorista mundo gay de estilo, glamour y pelas. Por otro lado, el mundo gris que han tenido que soportar y aún soportan estos homosexuales ancianos que no llegan a fin de mes.
Os mando un beso a todos, amigos.
B.
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