domingo, 11 de mayo de 2008
Sé indecente.
Por una vez, sé indecente
y no te detengas en los recodos de mi cuerpo,
en los pliegues tibios de mi sexo,
en el cáliz abierto que te ofrece un tul húmedo.
Sé indecente y no me mires,
no te recrees en ese lunar casi oculto,
no compares mis axilas con rosas fragantes,
ni vuelvas a pasar la lengua por mis pies,
como haces siempre, esclavo de mí.
Sé indecente.
Por una vez, sé indecente
y no me digas una y mil veces que me deseas,
ni alimentes mis fantasías más oscuras,
ni acaricies con fervor mi piel canela.
Sé indecente,
ahora, después, y en la mañana,
y que tu indiferencia me sepa a amargura;
que por una vez pruebe tu desdén,
que tus querencias no nublen mi vivir,
y que tus manos no acompañen a éstas que muestro
cuando, en el silencio de la madrugada,
tu cuerpo de amante se apodere del mío y de mi alma.
Por una vez, sé indecente
y no te detengas en los recodos de mi cuerpo,
en los pliegues tibios de mi sexo,
en el cáliz abierto que te ofrece un tul húmedo.
Sé indecente y no me mires,
no te recrees en ese lunar casi oculto,
no compares mis axilas con rosas fragantes,
ni vuelvas a pasar la lengua por mis pies,
como haces siempre, esclavo de mí.
Sé indecente.
Por una vez, sé indecente
y no me digas una y mil veces que me deseas,
ni alimentes mis fantasías más oscuras,
ni acaricies con fervor mi piel canela.
Sé indecente,
ahora, después, y en la mañana,
y que tu indiferencia me sepa a amargura;
que por una vez pruebe tu desdén,
que tus querencias no nublen mi vivir,
y que tus manos no acompañen a éstas que muestro
cuando, en el silencio de la madrugada,
tu cuerpo de amante se apodere del mío y de mi alma.
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10 mordiscos a esta cereza:
Hay que ser decente en público, no en privado.
¡Olé! :-))))))))))
B.
Porque quiero comenzar de nuevo...; con otro: el indecente.
De vez en cuando me gusta contemplar mi ciudad con ojos de turista (reconquistarla en mi corazón).
Tomo buena nota de tal indecencia:
no mirar, demostrar indiferencia...
y al final la posesión
Debe de ser el placer de la distancia que explota en el contacto.
Besos.
La decencia de ser indecente.
Saludos.
La poesía debe ser ante todo indecencia. Por eso los libros de poesía que publican los consagrados de turno y del momento son tan decentes aparentando indecencia.
Casi te he escuchado recitarlos, al leer estos versos tuyos.
Gracias por vuestros hermosos comentarios, amigos. Es una delicia leeros y saber que estáis ahí.
Me alegro de que os haya gustado.
Besos,
B.
Por cierto, Isa, bienvenida. Me he pasado por tu blog y es muy interesante. Quiero leer cosas con más calma...
wow, que padre esta tu poema. Me encantó.
Me alegro muchísimo de que te haya gustado, Ave Fenice. Te espero más veces por aquí.
Gracias y un beso.
B.
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