domingo, 18 de mayo de 2008
Obtén el dulce fruto de mi boca.
Prepara una añagaza
que se convierta en mi trampa;
engáñame por una vez
y que yo sea consciente,
que no me importe
que tus besos
vacilen antes de llegar a mí.
Sé valiente y tiende una emboscada,
rodéame con tu cuerpo
y atrápame en ti;
y que la red de ese tormento
tan dulce y tan esperado,
me circunde con sus cuerdas de amor.
Que no pueda escapar,
Prepara una añagaza
que se convierta en mi trampa;
engáñame por una vez
y que yo sea consciente,
que no me importe
que tus besos
vacilen antes de llegar a mí.
Sé valiente y tiende una emboscada,
rodéame con tu cuerpo
y atrápame en ti;
y que la red de ese tormento
tan dulce y tan esperado,
me circunde con sus cuerdas de amor.
Que no pueda escapar,
que sea muy estrecho el cerco,
y que si una vez te quejas
de que no fui tuya,
que no sea porque pude huir.
y que si una vez te quejas
de que no fui tuya,
que no sea porque pude huir.
No tardes, amor,
y obtén el dulce fruto de mi boca.
Emplea todas tus armas,
y que yo me rinda ante ellas.
Ven, que estoy deseando
ser tu ilusionada prisionera.
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4 mordiscos a esta cereza:
Trampas y emboscadas que nos cautiven.
No son esclavitud cuando tanto se desean sino explosión de ese mismo deseo.
Infinitas las perspectivas del amor.
Algunas tan bellas como ésta.
Besos.
Ybris, son mucho más bonitos tus comentarios que mis poesías.
Te mando un beso de buenas noches.
B.
"Ilusionada prisionera" Escojo especialmente esas dos palabras.
A mí me gustó el contraste entre ser prisionero de alguien pero a la vez tener ilusión porque ese alguien es la persona amada y deseada. Por eso lo puse.
Un beso grande, grande, Fermín. Y gracias.
B.
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