miércoles, 28 de mayo de 2008
Ven, pasa.
Acomódate en este refugio que te ofrezco,
cálidos muslos que te acogen, amantes.
Deja que la trabazón de tus ruegos
se diluya entre mis piernas,
y la sierpe caliente de tu lengua
envenene sin piedad este fortín.
Me quiero derretir en ti.
Quiero sentir tus labios horadando
como minero laborioso en la cueva.
Que tu boca se convierta en mi invitada,
que el calor me embriague entera,
y que la savia transparente que regalo
te sepa a renovada primavera.
Acomódate en este refugio que te ofrezco,
cálidos muslos que te acogen, amantes.
Deja que la trabazón de tus ruegos
se diluya entre mis piernas,
y la sierpe caliente de tu lengua
envenene sin piedad este fortín.
Me quiero derretir en ti.
Quiero sentir tus labios horadando
como minero laborioso en la cueva.
Que tu boca se convierta en mi invitada,
que el calor me embriague entera,
y que la savia transparente que regalo
te sepa a renovada primavera.
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9 mordiscos a esta cereza:
Sugerente y hermosísimo, amiga.
Hay refugios o fortines en los que uno quisiera descansar interminablemente tras el sueño saciado.
Y sobre todo tras la invitación a ellos.
Besos.
hummmm, cerezas picantes...
Aunque sea de mala educación, en estos casos prefiero no usar el vaso y amorrarme a la botella.
Un beso
Caramelo roto
azúcar en mi boca
saliva compartida
camino de lengua
Tatuaje en piel
opaco placer
aridez trémula
penumbra golosa
Huellas húmedas
bordes con miel
tu temblor incontinente
y sobretodo, mi sonrisa.
(Borrador que posiblemente publique en uno de mis blogs... Lo he considerado adecuado para el momento...)
:-D
Besos.
Muchas gracias, amigos, por asomaros a la cajita de las guindas, leerme y tratarme con tanto cariño.
Ybris, tu comentario, es, como siempre, poesía pura. Me encanta leerte y no me canso de decírtelo.
Nean, ya sabes que aquí la guinda cuando se pone traviesa... es una auténtica "guindilla picante". :-))
Lobito, ni te imaginas la carcajada que he soltado cuando he leído tu respuesta, todo un ejemplo de picardía y ocurrencia... :-DDDDD
Luna, muchísimas gracias por tu poesía y, sobre todo, por estrenarla aquí.
Un beso dulce a los cuatro.
B.
Quiero beber en ti,
libar tu trino de alondra,
y morirme en tu dorado vientre .
Déjame arder en ti
como se quema el pavilo
de un cirio pascual.
¡Qué maravilla! ¡Cómo escribes!
Un beso.
Noray, repito lo de anoche... Eres un amor. ;-))
Mil gracias por tus preciosos versos.
B.
Muy sensual y sugerente, me ha encantado. Un beso.
Muchas gracias, Aires, siempre es un placer que nuevos amigos se asomen al blog. Gracias de nuevo por tu comentario.
B.
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