miércoles, 20 de junio de 2007
Algún día, la ceguera que inunda tus ojos, desaparecerá, dando paso a una luz refulgente que se irradiará desde tu interior. Esta luz te hará ver, comprender, palpar, sentir, lo que ahora te es imposible. El rayo doliente, que atraviesa tu alma como espada, te impide vislumbrar lo obvio, lo evidente, la luz diáfana y prístina que quisiera envolverte, produciendo un daño casi irreparable.
Algún día, la ceguera que inunda tus sentidos, se volverá evanescente, tornándose de doloroso apasionamiento –doloroso precisamente por apasionado-, a sosegada paz. Una paz envolvente, que se enredará en tu alma como las algas a las colas de las sirenas que te llaman con sus cantos engañosos.
Algún día, espero no muy lejano, releerás estas palabras y podrás hacerlo porque ya no estarás ciego.
Ni de la vista, ni de tus sentidos.
Y sabes que yo me alegraré.
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5 mordiscos a esta cereza:
Como diría A. Machado:
Ojos que a la luz se abrieron
un día para después
ciegos tornar a la tierra
hartos de mirar sin ver.
Un bico.
generosidad
amistad,amor,lealtad.
el lazarillo.
Buenas noches Guinda,
Un beso.
Gracias por hacerme compañía, amigos.
Buenas noches.
B.
Y si él te leyera, contestaría:
Algún día,¿Cuando?, no se...yo sabré esperar
habremos de encontrarnos por algún camino...
porque si tu a mi vida has de llegar
lo has de llevar escrito en tu destino.
Félix Pagés-D'Romeo
Gracias, Galatea, por compartir uno de tus ratitos contigo.
Sabes que siempre es una delicia leerte, sea un texto tuyo o traigas el de cualquier autor.
Te mando un beso.
B.
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