miércoles, 11 de junio de 2008
Primero fue el ángel de la guarda,
el que daba besos de pupitas en las rodillas,
y el que me libraba de coscorrones y morados.
Luego fue el ángel del arrobo,
el de los versos tontorrones
al niño más guapo de la clase,
y el que hacía que ese pintalabios
me supiera más a fresa que nunca
cuando me lo ponía para que él me viera...
aunque al final nunca se fijase en mí.
Después vino el ángel del amor,
ángel ciego y muy apasionado,
con ademanes de cupido
pero de flechas con el tiempo envenenadas.
Y ahora es el ángel solitario
el que pasa las hojas de mis libros,
el que me dice que estoy guapa
cuando ensayo un peinado,
el que me frota los pies cuando llego,
y el que se viste de musa
y me obliga a escribir aun cuando,
como esta misma noche,
no tengo fuerzas para ello.
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7 mordiscos a esta cereza:
Es de los textos que leo y que lo primero que me viene a la boca decir y elogiar es su bella autenticidad.
Sabes ya lo que pienso de la relación necesaria que tiene que tener para mí la autenticidad con la literatura, lo hemos hablado.
Pues este poema lo tiene.
Felicitaciones por ello.
Sé que te gusta la poesía "auténtica", y al leer lo que pones de mi poesía me enorgullezco mucho.
A mí me ha gustado plasmar toda una vida de sentimientos y su evolución con estas palabras. Me alegro de que te haya gustado, gracias.
B.
Cereza, llego a tu cajita desde el blog de Neander.
Me ha encantado tu poema, gracias por compartirlos, generosa, con los internautas :)
Salud.
Casualmente, Alma Cándida, esta madrugada estaba entretenida leyéndote en tu blog al que llegué a través del gazpacho sabroso de Neander. Lo nuestro es empatía, sí señor... ;-))))
Agradezco mucho tus piropos y, si no te importa, pondré un enlace de tu blog al tuyo.
Un beso y mil gracias por visitarme.
B.
¡Vaya! Definitivamente, el cibermundo bloguero es el aleph de Borges, donde todo confluye.
Veo que eres escritora, otro punto que tenemos en común. Gracias a ti por visitarme y enlazarme.
Un besito.
Pues fíjate, tal y como acabo de poner en tu blog, nos unen más cosas... El hecho de haber vivido en Las Palmas durante varios años, y el amor que tengo por la obra de Bouguereau, que me parece un pintor excepcional.
Un beso y me encantará verte más veces por aquí.
B.
¡No lo dudes! A horas impropias y de madrugada, como buena insomne, o mirando el reloj para salir pitando, pero te visitaré, seguro :)
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