jueves, 19 de junio de 2008

Faltando(me) a mi palabra



Hundí mi cara en tu pecho hasta no sentir mi propia respiración. No me importó. Con la tuya me bastaba.

Me prometí con decisión que sería la última vez. Que mis ojos no volverían a mirarte con arrobo, que mis labios dejarían de pronunciar tu nombre, que mis manos cesarían pronto en su danza infame buscando las tuyas. Imaginé por un momento que no era yo la que te estaba acariciando, que era mentira lo de mis susurros a tu oído, que los besos fugaces no estaban sucediendo de verdad. No estábamos a punto de hacer el amor, eran falsos mis abrazos, no estaba pasando aquello, porque precisamente yo no quería que ocurriera...

No pude –no puedo- creer que fuera -que sea- tan asquerosamente débil.

7 mordiscos a esta cereza:

Anónimo dijo...

ay, la carne!

ybris dijo...

Encantadora debilidad.
Nunca nos falte.

Besos.

Anónimo dijo...

Esa frase del final convierte todo el texto que has escrito en un poema. Vuelven en ti las variaciones de tiempos verbales que me parecen tan sugerentes.

Besotes.

Abril dijo...

todos somos débiles, pero es importante saberlo y detectar cuando surge ese instinto, y el resto vendrá cuando lo podamos afrontar, mientras....disfruta de lo que hay!

muack

Ignacio Bermejo dijo...

Debilidad preciosa. No inexistente que duele en lo más profundo de nuestra conciencia, lugar donde jamás nos arrepentimos de hacer aquello que verdaderamente deseamos con el corazón.
Un beso.
Me encantó el post.

manofthemoon dijo...

Debilidad?, Debilidad es actuar a espaldas de tu corazón? quizás.

Lo que resiste persiste, lo que aceptas se tranforma

Belén Peralta dijo...

Cuántas veces habremos dicho: "Se acabó; una y no más". Pero cuántas veces hemos vuelto a repetir y, encima, nos hemos deleitado en el error... Al menos a mí me ha pasado más de una vez.

Un beso a todos, amigos. Y por supuesto al nuevo amigo que se ha pasado hoy por aquí. Me he dado una vuelta por tu casa y es muy interesante. :-)

Besos noctívagos,

B.

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