miércoles, 14 de mayo de 2008
Como el viento en calma,
así me hallaste.
Tras el torbellino sin fin,
el huracán intenso,
el cruel remolino
que te envolvió
y que supo volverte loco,
quedé como viento calmo.
El aire embravecido
que un día fui
viró a dulce paz.
así me hallaste.
Tras el torbellino sin fin,
el huracán intenso,
el cruel remolino
que te envolvió
y que supo volverte loco,
quedé como viento calmo.
El aire embravecido
que un día fui
viró a dulce paz.
Y, sin saber aún
si te gusto más
calmada y quieta
o leonina y salvaje,
te preguntas si soy
jadeo apagado,
luz tenue en la noche,
suspiro que muere…
o, simplemente,
la calma hecha viento.
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5 mordiscos a esta cereza:
Cometa al viento, eso me pareces:)
Un beso (sonoro)
Mar
¿algo salvaje que conserva la calma? mejor
Viento que deja flotando un beso en la arena cuando sopla levante...
Lleno de contrastes, como es el amor.
Vuestros comentarios son, muchas veces y como hoy, más hermosos que la poesía en sí.
Cuánto me enorgullezco de que cada noche le peguéis un mordisquito a estas cerezas. Os lo juro.
Besos nocturnos y agradecidos,
B.
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