jueves, 2 de agosto de 2007

Silje






(Lo escribí uno de los primeros días de enero y me apetecía hoy recuperarlo mientras oigo de fondo a Silje)







Es martes, y fuera hace frío.

He estado leyendo un rato. Quedan miles de cosas por hacer: envolver paquetes, planchar camisas, pedir disculpas, darle un beso a mi madre, seguir leyendo. Que se queden arrinconadas. Prefiero escribirte, mudo y marchito mi corazón, silente y huérfana de tus besos mi piel.
Suena cadencioso mi último descubrimiento:

Be still my heart,
my heart be still...

La voz serena de Silje Nergaard envuelve mi corazón mientras crece y crece y crece otra vez mi melancolía. La estufa calienta la habitación. Mis dedos, ateridos, buscan y encuentran a trompicones una ‘s’, una ‘f’... una ‘a’ de amor. Me siento protagonista de esta hermosa canción preñada de jazz. Soy fea, pero soy hermosa. Soy ignorante, pero soy curiosa y observadora. Soy terca, pero soy capaz de doblegarme si es necesario. Fuera hace frío, pero estoy en el paraíso.

Si estuvieras a mi lado, abrazándome desde detrás y regalando besos en el cuello, aún lo estaría más.


My heart's not lonely or broken
Is not of ice or of gold
Not has my heart ever spoken
To me when a love has grown cold
I felt not the faintest flutter
When you brushed my cheek as you passed
Not will I willingly clutter
My life with these things that don't last

Be still my heart
My heart be still

If our eyes should meet then so-be-it
No need to trouble a heart that's hidden
Where no-one can free it
Only to tear it apart

Be still my heart
My heart be still

Beware, beware, beware
Take care, take care
Be still my heart
My heart be still...




2 mordiscos a esta cereza:

yinyang mason dijo...

Estar solo tiene canciones como estas... Son pequeñas joyitas. Acabo de escuchar a Silje y todavía estoy alucinando. Siempre.

Belén Peralta dijo...

Sí, Silje es magnífica, al igual que otra de su estilo y mismo país -Noruega-, Rebekka Bakken, que también me encanta.

La otra noche, como te he puesto más abajo, estuve oyendo a la estupenda Eleftheria Arvanitaki, y otra vez estoy repitiendo. Vaya lujo para los oídos.

Si te vas a entradas más antiguas, podrás encontrar la crónica del concierto de Alasdair Fraser y Natalie Hass. Fue una auténtica delicia y sé que a ti te hubiera encantado, por el concierto en sí y además por el marco, en el Castillo de Santa Catalina. Precioso.

Siempre, Javi. Y nunca me cansaré de repetírtelo: gracias por estar ahí.

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