miércoles, 29 de agosto de 2007

Brazos que atrapan curvas


Para C. y su sonrisa. (Espero verte pronto...)




La chica se estremeció ante el anuncio de lo que habría de llegar. Rellenita, le gustaba imaginarse, en su soledad, esos dedos curiosos e inquisidores concediendo calidez y dibujando vericuetos en su cuerpo tibio. Le encantó verse abandonada, abierta y desnuda, casi desvalida ante el torbellino de deseo arrobador que habría de arrastrarla, como si fuera un tsunami. Una ola enorme que la envolvería, recorriéndola con su espuma y salitre y dejando, solícita, que se extraviara en ella. La mujer lo agradecería siempre, porque le encantaba estar a merced de las lúbricas situaciones a las que él la llevaba. Él era en sí ese tsunami, aunque ni lo sospechara.

Se veía cautiva de su mano, caminando por el pasillo hacia el dormitorio, medio desnuda, con unas braguitas negras que a duras penas abarcaba aquel trasero redondo, rotundo, pleno de carnes turgentes y embriagadoras. Algo pasada de kilos, la chica de pelo rojo adoraba esos abrazos que intentaban abarcar lo inabarcable: su cuerpo divino de curvas y montes, de carreteras por atravesar y senderos que adivinar.

Le encantaba observarle mientras él, abandonado al deseo y desdeñando la inquietud de ella por su cuerpo excesivo, cerraba los ojos y se sumergía, solícito, entre aquellos muslos de arropía y miel que sostenían una cueva de maravillosa sal. El acíbar de unos besos furtivos se transformaba en dulce ambrosía como por arte de magia. Los tirones de pelo, amagando fiereza, se hacían entonces dulces zalemas. El pretendido desdén dentro del juego en la cama, escondía en realidad tremendo agasajo. Las tornas cambiaban cuando ambos, se tenían, por fin, uno frente al otro. Por fin.

6 mordiscos a esta cereza:

yinyang mason dijo...

La belleza está más en los cuerpos excesivos que en los escasos. Siempre.

Belén Peralta dijo...

Gracias por la parte que me toca.

Excesivamente tú...

Siempre.

B.

Anónimo dijo...

Nada de acuerdo. Cada uno aprecia la belleza en una cosa u otra. A mí me gusta más un cuerpo delgado que uno "excesivo"

Belén Peralta dijo...

Eso está claro, anónimo. Siempre se ha dicho que "Para gustos, los colores", o "El libro de los gustos está en blanco". Y menos mal que en el mundo hay sitio para la diversidad.

Gracias por leer y comentar.

B.

Anónimo dijo...

cuantos mordiscos tengo permitidos en estas cerezas? normalmente siempre me las trago de una pero en esta ocacion me gustaria darle 1,000 mordiditas...

esta muy bueno tu escrito muy profundo... la verdad esque me identifique totalmente... soy del cuerpo de ella y tuve un amor en el que desbordaba toda mi pasion y nuestros encuentros eran como los describiste...

A mi parecer lo que haces me parece excelente

saludos

sigue escribiendo

olga xxl dijo...

hola ,tengo una tienda y revista online solo para tallas grandes,y me ha encantado tu relato y la foto,te pidopermiso para poder compartirlo en mi web. el email x si quieres contestarme en privado es stiloxxl@gmail.com,gracias

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